martes, 29 de septiembre de 2009

Transformada volvería un día a darte las gracias..

Fue ella quien habló primero con voz ronca y baja:
- No sé cómo haré para irme
- Tal vez no tengas que irte..
No soportaba la idea de verla marcharse. Ella asintió, le dedicó una sonrisa y apoyó la cabeza contra su hombro.
- Lo he pasado maravillosamente esta noche
- Yo también..
Entonces se volvió, la miró de nuevo y la sobresaltó con sus palabras
- ¿Qué vamos a hacer? - Preguntó él con un tono que conocía demasiado bien. Era el mismo tono de voz que hacía que se le pusiera la piel de gallina cuando contestaba al telefono
-¿Con que?- Preguntó ella.
Él la miraba con una expresión mucho más seria de lo que nunca había visto; no estaba segura de querer que contestara.
- Con nosotros.. Estoy enamorado de ti. Me prometí a mí mismo que no te lo diría. Sé que no es justo, pero quiero que lo sepas. Quiero que lo lleves contigo cuando te vayas. Te quiero. Te quiero desde hace tiempo..
Nunca se había sentido tan vulnerable como en aquellos momentos.
- Lo sé- Susurró ella levantando la mirada.
- Te he querido desde que nos conocimos, pero no podemos hacer nada..
Los dos sabían que eso lo complicaría todo, pero ya no podían detenerse. Él le acarició suavemente la mejilla, no quería que ninguno de los dos olvidara nunca aquel momento
- Ahora no podemos hacer nada, pero tal vez algun día.. Nunca se sabe. Pero, pase lo que pase quería que lo supieras, te amaré mientras viva..
Lo sabía hacía mucho tiempo. Ella era todo lo que siempre había querido y ahora sabía que no podía tenerla.
- Te quiero- Susurró ella pegandose más a él-. Te quiero tanto..
Y mientras ella pronunciaba estas palbras, él puso sus labios sobre los de ella y se arrepintió de no haberlo hecho antes. Los dos llevaban una eternidad esperando aquel momento, que los unió mas de lo que nunca se habían acercado. Él la besó mientras ella lo abrazaba. El tiempo pareció confundirse en el espacio. Lo único que ella podía pensar es que nunca habia sido tan felíz y que no quería que ese momento acabara nunca. Cerró los ojos, y por primera vez en su vida en brazos de él, se sintió totalmente a salvo..

sábado, 12 de septiembre de 2009

DESMEMORIA

Quiero sentarme y recordar por qué te quiero olvidar. No sé si será tu voz tan distante la que no puedo recordar, tu mirada esquivando la mía la que no pude registrar o simplemente las caricias que no me diste.
Quiero recordar por qué te quise olvidar.
Ese perfume que tanto me gustaba que sólo lo usabas de vez en mes cuando discutíamos y así volver a ser lo que fingiamos ser o tu risa tan molesta, solo a mí me gustaba pero sacando mi ceguera seguía siendo fingida. Tus malos modales, manías, locuras.. Horas y horas escuchando la misma aburrida música, el creer que estaba todo perfectamente bien pero ambos sabíamos que si sentábamos cabeza, volvíamos a los golpes. La esperanza de que todo cambie, la desesperanza al ver que ya no podía cambiar, el des-amor que me brindabas, el no brindarme nada..

No lo recuerdo, no te recuerdo, te olvidé.

lunes, 7 de septiembre de 2009

En simples palabras, el amor es un campo de batalla: puede estar todo bien y con sólo decir una palabra se transforma en guerra. Tenés que andar con escudo para salvar tu corazón y no olvidar la espada para vengarte ante cualquier lastimadura. Es dar para recibir, es subir para volver a caer, uno se la juega por quien ama y después debe cuidarse para no recibir un rechazo y salir lastimado.. Uno nunca quiere comenzar la guerra, es más fácil esperar que la empieze el otro sólamente para sacar los trapos al sol, cualquiera tira la piedra y luego esconde la mano, así si es fácil, pero llega un punto que de tan larga que se torna la guerra se le pierde el sentido y de ambos lados se olvida el por qué de la batalla, la meta, el fín.
Es fácil decirlo, pero tragarse el orgullo es cosa de insulsos: en este campo de batalla se pelea por lo que se perdió y se defiende lo que no se quiere perder. Lo difícil es plantar bandera blanca, ese índice de debilidad que nos fulmina, aguantar hasta el final, o por lo menos hasta que el otro clave su bandera. Lo lamentable es, una vez finalizada la guerra, darse cuenta que ambos pierden todo lo que tenían..
Así que para la próxima, andá buscándote tu propio escudo, esta vez no pienso perder, no quiero lastimarte, es más, no quiero volver a jugar, pero a veces es tan fuerte el deseo que intentarlo una vez más no me va a debilitar..

domingo, 6 de septiembre de 2009

Finalmente puedo desprenderme de aquel amor obsesivo, puedo ser yo, con mis metas, con mis principios y con mis ganas de ser. Nunca había tenido ganas de ser, todo siempre lo circundó. Hoy soy libre y me enamora otro hombre. No puedo negar que las similitudes a veces me confunden.. Muchas otras me pregunto qué sera de su vida.
Me lo pregunto retóricamente, en realidad no quiero saberlo.

(sos parte de mí y sin embargo no te quiero)